El Tribunal Supremo ha confirmado la condena impuesta a un entrenador de gimnasia de chicas menores de edad federadas por abusos sexuales continuados a tres de ellas durante años en un club local.

Se han tenido en cuenta los testimonios persistentes, creíbles, sin contradicciones en lo esencial y sin motivos espurios, de venganza o resentimiento de las menores víctimas de los abusos, coincidentes en el tipo de actos realizados por el condenado.

El reproche penal de estos actos se ve agravado por haberse prevalido de una relación de superioridad derivada de su condición de entrenador y director técnico de las gimnastas menores y de su gran diferencia de edad con las citadas víctimas. El condenado también se valió de su prestigio profesional como entrenador titulado con unos buenos resultados que las gimnastas iban obteniendo.

Los hechos probados constituyen tres delitos continuados de abusos sexuales ejecutados cada uno de ellos sobre una menor de trece años, aunque no se concrete el número de ataques a la libertad sexual de las menores.