Las prestaciones derivadas de un plan de pensiones tributan en el IRPF como rendimientos del trabajo. Asimismo, las que procedan de aportaciones realizadas hasta el 31 de diciembre de 2006 y se retiren en forma de capital disfrutan de una reducción del 40%.
Pues bien, escoger el momento exacto en que se cobran las prestaciones puede reducir la factura fiscal que se deriva de ellas. Por ejemplo:
- Si el beneficiario tiene un buen sueldo y se jubila en el último tercio del año para recibir sus prestaciones a partir de ese momento, seguramente tributará a un tipo más alto que si demora el cobro hasta el ejercicio siguiente.
- Si es titular de más de un plan con derecho a la reducción del 40%, deberá planificar correctamente los cobros, ya que dicha reducción solo es aplicable en un único ejercicio.